viernes, 9 de septiembre de 2011

En la Sinagoga

"Y estaba en la sinagoga un hombre poseído por el espíritu de un demonio inmundo, y gritó a gran voz: Déjanos ¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres: el Santo de Dios. Jesús entonces lo reprendió, diciendo: ¡Cállate y sal de él! Y después que el demonio lo derribó en medio de ellos, salió de él sin hacerle ningún daño" (Lucas 4.33-35)

Este hombre estaba en la sinagoga y se cayó al suelo porque tenía un espíritu engañador. Jesús reprendió al espíritu del mal y el demonio que estaba en él salió y el hombre quedó libre.

El Espíritu de Dios levanta a la persona y la hace feliz. El anti Espíritu Santo hace que ella caiga, sea oprimida y avergonzada.

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Me gusta leer la Biblia todos los días por la mañana y por eso he decidido compartir lo que Dios me habla a través de este blog.

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