jueves, 16 de junio de 2011

Mi Queja

«Mi queja sigue siendo amarga; gimo bajo el peso de su mano." (Job 23.2)

A menudo reprimimos nuestros gemidos. Sólo el Espíritu de Dios sabe cómo nos sentimos. Sin embargo, Él permite la adversidad para que nos indignemos y saquemos fuerza en medio de la debilidad. Más tarde, sin embargo, veremos los problemas como algo pequeño ante el Todopoderoso al que servimos.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

buenas tades señora
me llega muco su mensaje,muchas veces enfrentamos advercidades y en vez de indignarnos y hacer de aquella dificultad una gran enceñanza para nosotas nos ponemos mal pensando en bajar los brazos..
su mensaje me ayude a recordar el valos de las luchas que es la superacion. muchas gracias ...
Dios le bendiga abundantemente

Sea Bienvenida




Me gusta leer la Biblia todos los días por la mañana y por eso he decidido compartir lo que Dios me habla a través de este blog.

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