domingo, 11 de diciembre de 2011

La Promesa de Mi Padre

"Y he aquí, yo enviaré sobre vosotros la promesa de mi Padre; pero vosotros, permaneced en la ciudad hasta que seáis investidos con poder de lo alto." (Lucas 24.49)

El revestimiento de poder sólo es para el que cree. Aquellos que creen piden, buscan, llaman, se esfuerzan, luchan, es decir, están dispuestos a sacrificar todos los deseos mundanos. Todo el mundo tiene derecho a recibir las bendiciones. Sin embargo, la bendición de todas las bendiciones se reserva sólo para aquellos que hacen la diferencia a través de actitudes que demuestran una fe viva.

2 comentarios:

Allyson dijo...

Amen, es esa diferencia que estamos haciendo con el ayuno de Daniel, no importando si lo tenemos o no, solo sabemos que quereros mas, gracias por esta palabra...

Allyson dijo...

Amen, es esa diferencia que estamos haciendo con el ayuno de Daniel, no importando si lo tenemos o no, solo sabemos que quereros mas, gracias por esta palabra...

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Me gusta leer la Biblia todos los días por la mañana y por eso he decidido compartir lo que Dios me habla a través de este blog.

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